Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía· AVAELA La Siniestralidad Laboral también es una pandemia

Llega otro 28 de abril al calendario. De nuevo celebramos el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Una jornada que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dedica cada año a la denuncia de esta injusta situación, que rompe la salud y acaba con la vida de millones de personas trabajadoras en todo el Mundo. Un día para concienciar sobre algo muy grave, pero todavía oculto, en nuestra sociedad: La Siniestralidad Laboral… La falta de Salud en el Trabajo.
En 2020 todo, absolutamente todo, ha quedado traspasado por el COVID-19. La pandemia ha impactado de forma brutal en nuestro día a día… en la salud y hasta en la pérdida de tantas y tantas vidas. El estado de alarma generalizado en todo el Planeta, además, amenaza gravemente el equilibrio económico (ya injusto con anterioridad) de muchos Estados. Entre ellos el nuestro.
No es casual por tanto, que la OIT haya decidido que el lema para este 28 de abril sea «La Seguridad y Salud en el Trabajo, detengamos la Pandemia». Y es que estos días todos los recursos, esfuerzos e iniciativas están en función de sacar al virus de nuestras vidas.
Pero… ¿Qué nos dice esta pandemia sobre la salud laboral tanto en España como en Andalucía?
Tenemos la suerte de contar con un colectivo que está dando muestras de una gran responsabilidad y abnegación: Nuestras sanitarias y sanitarios. Pero han sufrido ya más de 30.000 contagios (a la fecha en que se redacta este escrito). Varios de ellos mortales.
Suponen el 15% del total de infecciones en España. Simplemente escandaloso.
Es innegable que quien se dedica a la sanidad debe asumir este tipo de riesgos en su jornada laboral, pero… ¿Es ético que nuestro sistema sanitario lance a sus profesionales a combatir el COVID-19 en unas condiciones de protección personal tan precarias? ¿Es digno que un país avanzado como el nuestro permita durante tanto tiempo ya, la tremenda escasez de equipos de protección individual (EPI’s) en sus hospitales y centros de salud?
También podemos decir lo mismo de otros colectivos en situación de riesgo: fuerzas y cuerpos de seguridad, repartos a domicilio, personal de supermercados… Obviamente, en el contexto actual hay muchas dificultades para conseguir la equipación suficiente, pero no justifica en modo alguno la extrema precariedad en que se encuentran estos trabajadores ¿En qué lugar queda, en la práctica, la salud de estas personas, dentro de la escala de prioridades de sus responsables? En definitiva ¿Qué dice todo esto de nosotros como país? Sin embargo, dentro de ello (y sin quitarle un ápice de gravedad al asunto) es positiva la gran concienciación general que se está dando respecto a la salud laboral de estos colectivos. Prácticamente todo el mundo sabe ahora qué significan las siglas E.P.I. (Equipo de Protección Individual) y cuál es la diferencia entre disponer o no de eso. Por una vez, la protección de la salud en el trabajo está encima de la mesa en nuestra sociedad y en las agendas políticas.
Pero el problema de la falta de salud en el trabajo es más extenso. No afecta sólo a estos sectores de nuestra economía. Impacta en todos y cada uno de los puestos de trabajo que desempeñamos día a día, antes, durante y después de que nos deje esta pandemia. La falta de EPIS y las malas condiciones de seguridad e higiene provocan enfermedad, dolor y muerte por doquier. Los datos no engañan:
● El 2019 sufrimos más de 635.000 accidentes con baja laboral en España.1
● Cada día 2 personas murieron en su puesto de trabajo (695).
Es algo que no podemos permitirnos como país. Pero en Andalucía, la cosa no fue mejor:
● Casi 110.000 accidentes y 121 muertes: 1 cada 3 días… 10 entierros cada mes.
● Fuimos la Comunidad Autónoma donde más muertes laborales ocurrieron. Y esto, desgraciadamente, se está convirtiendo en una macabra costumbre.
Sería deseable que estos colectivos no tuvieran que enfrentarse al COVID-19 a «pecho descubierto», pero también nos gustaría que una vez superada esta situación, nuestra sensibilidad ante la salud de quien trabaja se extienda a quienes desempeñan su labor en una fontanería, una oficina, en una obra, encima de un tractor… Porque siempre, siempre, siempre, lo primero debe ser proteger la salud, la vida de quien trabaja, lo más valioso que podemos encontrar en cualquier relación laboral: Una persona,una historia, una familia detrás de ella.
Siempre, siempre, siempre… deberíamos tener esta preocupación «a flor de piel» igual que ahora mismo, en todos los rincones de Andalucía y España.
Y por supuesto siempre, siempre, siempre… debemos trabajar como sociedad en identificar las causas profundas, estructurales, que provocan este sinsentido.
¿Por qué no se presta la atención que merece a la salud de quienes trabajan?
¿Qué posibles intereses económicos, o de cualquier tipo, frenan la solución definitiva a esta injusticia? ·
¿Qué enfermedad padecemos como sociedad para no ser capaces de ver el sufrimiento de tantas familias, simplemente por no contar con los medios de protección necesarios en su puesto de trabajo?
Quienes formamos parte de AVAELA, creemos que el problema de la Siniestralidad Laboral nunca más debería archivarse. Cuando vuelva la normalidad post-pandemia que nos aguarda, debemos hacer un esfuerzo colectivo, como Sociedad del Siglo XXI que somos,para que la Salud en el trabajo sea una prioridad política, económica, empresarial, social…
Simplemente porque es inhumano salir de casa a trabajar… y no volver nunca más. Algo perfectamente evitable con medios técnicos, jurídicos y económicos que ya existen en nuestro país. Y por supuesto también en Andalucía.
De esta sociedad, de este Pueblo, depende que empujemos para que quienes tienen el poder político y también económico, arbitren las medidas necesarias para superar esta pandemia: La de la Siniestralidad Laboral.
¿Te sumas a este empuje? En AVAELA te esperamos con los brazos abiertos. ¡Bienvenido,
bienvenida!
Miguel Cruz Santiago
Presidente de AVAELA

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