Salvador Guzmán “la imagen del Cristo de la Sangre debió llegar a Baena en 1603, procedente de Alcalá la Real”

Conferenciante con alcaldesa y hermanos mayores

El restaurador egabrense, Salvador Guzmán, ha sido el encargado de cerrar los actos con motivo del centenario de la Hermandad del Cristo de la Sangre de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima de Baena.

Guzmán ha impartido una conferencia en los salones parroquiales de Nuestra Señora de Guadalupe, en la que ha hecho un recorrido histórico de la talla del Cristo de la Sangre, sus trabajos de restauración y conservación, así como el estudio realizado hasta llegar a la conclusión de que el Cristo de la Expiración fue tallado por el imaginero Pablo de Rojas.

A las conclusiones que llega el restaurador egabrense, como dato nuevo, es que, “la imagen debió llegar a Baena en 1603, procedente de Alcalá la Real, vinculada a la familia de los Valenzuela que tenían capilla en la Parroquia de Santa María la Mayor “.

En este sentido, ha señalado que “ese dato parece que es auténtico y se vincula directamente a este Cristo, con lo cual si la imagen la hace Pablo de Rojas entorno al 1600 es muy probable que llegara en el 1603, este es un dato fundamental que nos explica la naturaleza y origen del Cristo de la Sangre en Baena”.

Por otra parte, ha resaltado que “he dado a conocer que es una imagen artísticamente muy importante de Pablo de Rojas y la más representativa de la iconografía de Cristo Expirando”.

Ha explicado que “Pablo de Rojas hizo ocho cristos importantes, de los cuales solamente dos son de expiración y el de Baena es sin duda alguna el más imponente”.

Por último, ha apuntado que “en su iconografía proyectada por Pablo de Rojas a principios del siglo XVII, no llevaría corona de espinas y debería de ir en una cruz plana como la que actualmente todavía se conserva, que pudo ser la original”.

Salvador Guzmán ha incidido en la restauración, recuperación y conservación de la imagen y ha recordado que “la primera fase se hizo en 1986, fue la primera gran actuación, que hice yo, y consistió en frenar todos los deterioros, recuperar la policromía original y darle estabilidad”.

Ha añadido que “en 2018 hicimos una limpieza concienzuda y profunda, un estudio radiográfico más profundo, un análisis técnico y documental completo, que no se hizo en su momento, y se resolvió un problema estructural que tenía, que era, la cogida del Cristo a la cruz y, sobre todo, la limpieza que le dio la policromía original de Pablo de Rojas”.

Ha desvelado que “la imagen tiene una patología propia y que es su punto flaco, y es que la policromía tiene tendencia a saltar del soporte de la madera, un problema que ya era muy acusado en el 1985-86 y que después de treinta años volvió a aparecer”

Al respecto, ha incidido en que “es un problema que volverá a padecer ya que es la parte más débil en cuanto a la salud de la imagen, de vez en cuando habrá que hacerle alguna pequeña intervención de mantenimiento, como se le hace a cualquier obra de arte”.

El hermano mayor de la Hermandad, José Antonio Arcas, ha manifestado que “estamos muy contentos de cómo se han desarrollado los actos, hoy terminamos con una extraordinaria conferencia de Salvador que nos ha sorprendido a todos y que nos ha dado a conocer el gran conocimiento que tiene de la imagen”.

Ha destacado de la intervención del conferenciante, “la procedencia de la imagen y la estancia de la misma en la parroquia de Santa María la Mayor, donde al parecer estuvo 232 años, nosotros no teníamos constancia de ello” y ha agradecido la colaboración “al ayuntamiento de Baena, a la Caja Rural de Baena, a la cofradía del Dulce Nombre y, fundamentalmente, a la Junta de Gobierno de la hermandad.”

Por último, la alcaldesa de Baena ha indicado que “Salvador Guzmán ha hecho una magnifica conferencia, demostrando que, además de ser un buen restaurador, es un gran conferenciante, de una manera muy didáctica y amena, nos hemos podido informar de muchísimas cuestiones de la imagen del Cristo de la Sangre, esa joya Bien de Interés Cultural (BIC) que tenemos en Baena”.

Ha informado que “la declaración BIC fue en el año 2015, coincidiendo por aquel entonces con mi responsabilidad de Consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y tuve el honor de votar a favor para que el Cristo de la Sangre siguiera los trámites para que se declarara oficialmente Bien de Interés Cultural, momento emocionante y de orgullo personalmente”.

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