El baenense Roberto Carlos Mendoza, “un culo inquieto y apasionado por el deporte, dinámico, responsable, resolutivo y extrovertido con mucho sentido común”, como él mismo se define, ha estado hoy en Cancionero.
El maestro de profesión afincado en Sevilla, es ya oficialmente árbitro de máxima categoría en el balonmano nacional, recién ascendido a la División de Honor (Liga ASOBAL), que ha pasado por las canchas de la división de Plata masculina y las femeninas, reconocido por el Ayuntamiento de Baena en sus premios anuales deportivos de 2019, junto a Fátima Gálvez y Andrés Urbano, entre otros.
Tiene otra visión del deporte muy necesaria “ya que sin un árbitro, al deporte de todo tipo de competición, le falta algo”, significó.
La formación de un colegiado debe ser permanente, teórica y práctica. Y siempre teniendo referencia clara a su pareja en la cancha 40×20, porque son dos árbitros los que pitan en balonmano. “Con Juan Pablo Visciarelli hacemos un binomio muy sólido que para mí es muy importante”, comentó el colegiado, convencido de que la imagen que la gente tiene del dueño del silbato, “va cambiando poco a poco”.
Convencido de que no debe descuidarse la tarea de formación de los pequeños deportistas ni la utilización de las nuevas tecnologías “pero hay que saber usarlas”.
Roberto Mendoza debutará en la ASOBAL la temporada que viene 2020-2021, desde primeros de septiembre, preparando ahora la reunión de colegiados este mes, para fijar criterios.
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