La Hermandad de la Santa Verónica de Baena presentó y bendijo la imagen titular tras la restauración del egabrense Salvador Guzmán, cuyo coste lo ha sufragado la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
La intervención se ha hecho para recuperar la policromía original de la santa y otros arreglos, según dijo la cuadrillera Lucía Lara, quien cruzó los dedos al conocer el retraso en la entrega por problemas de salud del restaurador. «Se me ha hecho eterno desde que se la llevaron en diciembre del pasado año», comentó. Y hablando de la intervención, tuvo dudas al inicio cuando se trataba de recuperar los colores originales, pero ahora » ha quedado más bonita de lo que era».
Esta hermandad tiene ahora restaurada la talla titular, renovadas las andas del trono hace dos años y elementos de su ajuar como el pañuelo con el rostro de Jesús, el vero icono del Señor.
Para la ocasión, la imagen restaurada se vistió con colores que le van bien a su rostro algo compungido y con un cambio: «diferente, sin el manto tradicional», dijo su camarera Nazaret Plaza, en su primer año de oficio y cumpliendo una ilusión de su difunta madre.
Con una capa azul, vestido, pañuelo y pecherìn blanco paja y fajín hebreo.
Salvador Guzmán ha restaurado otras importantes tallas sagradas de la Pasión baenense como Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Santísimo Cristo del Perdón o Silencio, el Santísimo Cristo de la Sangre o la Expiración ( B.I.C.de Andalucía), o la Magdalena del Viernes Santo mañana
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