Un año más, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul Sostenible, ha repetido mediante la correspondiente Resolución las medidas cinegéticas excepcionales por supuestos daños ocasionados por conejos, en distintas provincias andaluzas y van 19 años consecutivos. Su argumento es la simple hipótesis de que, si no se renueva este estado de excepcionalidad, los daños que se sufrieron hace más de una década volverían a producirse.
Por consecuencia los conejos se podrán cazar durante todo el año, sin veda de ningún tipo, en numerosos municipios de  Granada, Jaén, Málaga, Sevilla y Córdoba y entre ellos en los municipios de Baena y Castro del Rio.  La matanza ha comenzado este pasado domingo, día 11 de agosto.
El apoyo legal lo extrae la Consejería de la Ley de Flora y Fauna de Andalucía y del Reglamento de Ordenación de la Caza en Andalucía. Sin embargo, la realidad ecológica del conejo en los campos de Andalucía no se ajusta a los supuestos establecidos en esos preceptos legales.
Un año más, sigue sin estar probado técnica  ni científicamente una situación de emergencia que conlleve daños a los cultivos por explosión demográfica del conejo.
La propia Resolución de la Consejería es una simple y vergonzosa copia, (la misma de los últimos años), donde admite que los resultados (censales) generales indican una densidad media baja de conejos para el conjunto de Andalucía, aunque poblaciones localmente altas ocasionaron daños en el pasado. Y respecto a lo establecido en el Reglamento de Ordenación de la Caza, tampoco se da ninguna situación excepcional de tipo meteorológico, biológico, sanitario o ecológico de especial gravedad que ponga en riesgo a las especies cinegéticas o sus hábitats. ¿Donde están los datos técnicos de campo  que confirmen que hay una sobreabundancia de conejos en el término municipal de Baena?, No existe, es un invento más del sector cinegético que se beneficia de una Consejería que suele tomar decisiones más políticas que ambientales, buscando el modo fácil de contentar a una parte del mal llamado “mundo rural”.
Por otra parte, los preceptos legales citados facultarían a la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad  para adoptar medidas cinegéticas excepcionales «con la debida justificación», y en el caso que nos ocupa la única justificación aportada es una hipotética reaparición de daños si no se renuevan las medidas cinegéticas excepcionales. Por tanto, estamos una vez más  ante una resolución administrativa sin la debida sustentación legal.
Esta actitud de la administración medioambiental andaluza, es decir, renovar de manera automática y sin la justificación debida las medidas cinegéticas excepcionales, como viene ocurriendo los últimos 19 años, no hace otra cosa que contribuir a la cronificación del riesgo, asumiendo la anomalía como costumbre, como norma, y renunciando a medidas de corrección estructurales que aborden las causas del problema. La corrección de la situación pasa por recuperar la vegetación silvestre en las vías de comunicación, caminos rurales, vías pecuarias, arroyos, ribazos, linderos, y un largo etc, y por recuperar la comunidad de predadores naturales que tienen al conejo como una de sus principales presas. Incomprensiblemente, en las mismas zonas que se autoriza la caza del conejo de forma ininterrumpida por una supuesta superpoblación, se incentiva también la caza del zorro, uno de sus depredadores, y, para más infamia, la Consejería ha iniciado la tramitación de la Orden por la que se regula la acreditación y las funciones de las personas controladoras de predadores cinegéticos y se aprueban sus métodos de captura. Todo un auténtico disparate, eliminar predadores del conejo.
Mientras que se implementan estas medidas, que requieren un tiempo, y en los casos donde realmente la densidades de conejo así lo aconsejen, se debería optar por capturarlos y trasladarlos,  posteriormente a áreas naturales donde las densidades son extremadamente bajas y están poniendo en peligro especies amenazadas como el lince ibérico y el águila imperial. Por supuesto que las traslocaciones deben realizarse con las cuarentenas sanitarias de rigor.
Para GRODEN-Ecologistas en Acción, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul,  acepta sin pudor la incongruencia de resolver con escopetas un problema inexistente, mientras sigue, con una actitud de auténtico servilismo y vasallaje, atendiendo las exigencias  permanentes del sector cinegético para llevar a cabo un innecesario control de predadores naturales. En éste como en tantos otros casos, se priman los intereses del sector cinegético que ve incrementados sus derechos de caza con justificaciones insostenibles. Los conejos, y sus depredadores, van a ser las víctimas de una guerra política entre la derecha y la extrema derecha por erigirse en representantes del sector cinegético más arcaico.
Más información Curro Ordóñez

GRODEN-Ecologistas en Acción.