No fue un Vía Crucis más

A la devoción creciente hacia una imagen, con la presencia de una nutrida representación del mundo cofradiero, y de todos los sectores de la sociedad baenense, hay que unir la cada vez más implicación de la juventud, que propicia la renovación, contar con la presencia de la Banda de Cornetas y Tambores La Unión de la localidad, que siempre han participado en Vía Crucis del Viernes de Dolores, y la expectación que provoca la renovada imagen del Cristo de la Misericordia, que ha ganado en expresividad, tras haber pasado por los talleres de restaurador egabrense, Salvador Guzmán.
Acto para la reflexión en todos los sentidos, desde el punto de vista religioso, desde la aportación que actos de este tipo pueden ayudar o contribuir a engrandecer la Semana Santa de la localidad, y desde el esfuerzo que particulares, hermandades y cofradías están haciendo para contribuir a recuperar, mantener, legar y potenciar el patrimonio existente, muchas veces oculto, otras olvidado y en alguna ocasión arrinconado sin prestación y utilidad alguna.
Visto lo visto, vivido lo vivido, sentido lo sentido, escuchado lo escuchado, tan solo nos queda dar la enhorabuena a todas las partes implicadas, a unos por su compromiso, a otros por su desvelo, a muchos por su apuesta decidida por una causa, por un proyecto, por una creencia, a todos por su participación y colaboración.