Guadalupe Priego, la presidenta de las colaboradoras de la Virgen de los Desamparados de Baena, que celebró este fin de semana su fiesta, nos contado la historia de la imagen, recuperada al culto hace años, desde 1998 por intermediación de Manoli Esquinas y Paqui Linares.
Todas las colaboradoras han ido sacando la imagen de la Virgen de la melena morena.
Cada hermano aporta 5 euros anuales para ese día de celebración en el que luce un manto bordado por voluntarias como Lali Chacón.
“Desde chica en San Francisco he tenido devoción a esta Virgen y nunca se la he perdido”. Posteriormente se trasladó la ermita del Espíritu Santo y ahora en San Bartolomé, cerquita de la talla antigua de María Santísima de Las Angustias.
Como en mayo no puso sacarse en procesión, al menos se le ha hecho una misa “para que nos ampare y ayude”, aseguró, en el Día del Corazón de María.
Guadalupe podría dejar su cargo de máxima voluntaria y colaboradora “porque el año que viene hay varias candidatas” a sustituirla.
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