La inquietud y buen hacer de un hombre de bien, Pablo Lucena Arriero

Se le recordará y lo recordaremos. Nos ha dejado Pablo Lucena Arriero. Uno de los muchos baenenses que vinieron a este mundo a sumar, a dejar huella sin quererlo, por voluntad, sin buscar nada a cambio, desde la humildad, la sencillez y el corazón
Digamos que fue “un gran devoto”, en el sentido más amplio de la palabra y no solo aplicado a temas estrictamente religiosos, que también, una de las facetas por la que más se le recordará
“Enamorado de su trabajo”, profesional a la antigua usanza, incansable, cordial, amable, servicial, conocedor de su profesión, siempre le recordaremos a nuestro querido banense “Pablito Lucena” entre libros, proponiéndote, sugiriéndote e invitándote a la compra.
“Apasionado de su tierra,” de su Baena, del casco antiguo de la localidad, verdadero trovador de los nuevos tiempos, gran comunicador, de oratorio fácil, la que da el contacto directo con la gente “te informaba, nos informaba”, siempre había algo de qué hablar desde la máxima discreción, objetividad e imparcialidad.
“Gran devoto de su Semana Santa”, de nuestra Semana Santa quizás por ello se le ha reconocido en muchas ocasiones. Fue homenajeado en el año 2009 por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad, de la que fue Hermano Mayor durante 40 años y, posteriormente, nombrado Hermano Mayor Honorífico. Destacar su trabajo y la aportación a la Semana Santa como Hermano Mayor de la Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén de la que fue pieza fundamental en su creación. Fue nombrado cofrade ejemplar en el año 2010 por la 1ª cuadrilla de Judíos de la cola negra.
Su talente de hombre de bien, alejado de cualquier tipo de protagonismo, revulsivo, activo desde la serenidad y templanza siempre será recordado por las personas más cercanas, pero sobre todo por el mundo cofrade en general. Su aportación a la Semana de la Pasión siempre será recordada y valorada
Descanse en Paz

Comparte esta noticia: