La Fiesta de la “Burra Cagona» en Luque.

Entrada recinto Fiesta Burra Cagona

Durante todo el fin de semana, en el municipio de Luque, se celebra una de las fiestas más singulares de la provincia de Córdoba: la Fiesta de la Burra Cagona. Antonio Ortiz Mármol, es uno de los miembros de la Hermandad del Señor Resucitado, impulsora de este evento que, año tras año, combina gastronomía, música, humor, raíces culturales… y un fin solidario que va más allá de lo religioso.

“Esto que empezó en el patio de un convento con 690 euros hoy mueve casi 30.000, pero siempre con trabajo y alegría”, explica Antonio Ortiz Mármol.

La «Burra Cagona» no es una broma de bar ni un nombre improvisado. Es una tradición ya asentada, nacida en 2011 como una forma original de recaudar fondos para la Hermandad del Señor Resucitado de Luque. Inspirada en una actividad similar de Posadas (donde lo hacían con una vaca), en Luque optaron por la burrica… y el resto es historia.

“Por darle un toque diferente lo hicimos con una borrica” y desde entonces, cada edición suma en participación, ambiente y solidaridad. Este 2025 es ya la 13ª edición.

Programación.

Viernes: El arranque sin chupinazo, pero con tapas y mucho arte.

Las celebraciones comienzan el viernes a la 13:30 con lo que Antonio llama “el chupinazo”, aunque aclara que no hay cohetes “por respeto a los animales del pueblo”. A cambio, cerveza y tapas a lo grande.

“Por cada cerveza damos una tapa diferente, y quien llega a la quinta… tiene postre incluido”.

Por la noche, conciertos y espectáculo:

  • 21:00 – Grupo De Buena Rama
  • 23:00 – Violinista profesional con DJ
  • 02:30 – Fiesta de DJ hasta que el cuerpo aguante

Todo ello bajo una temática de festival, con luces LED, decorado y ambiente festivo: “Este año se llama ‘BurraFest’. Igual que un festival real, con iluminación y sonido top”, dice Ortiz.

Sábado: la borrica “Bienvenida” y la caca más esperada del año

El sábado es el gran día. Desde por la mañana, la protagonista Bienvenida, la burra prestada por Francisco Villarreal, pasea entre los niños, se hace fotos y reparte simpatía.

A las 14:30, se introduce en el recinto vallado, dividido previamente por un notario y un topógrafo en 1.500 parcelas; “la parcela cuesta 6 euros e incluye la cena del sábado, desayuno del domingo, almuerzo del domingo y opción a ganar premios”.

Los premios:

  • 2.025 € (en honor al año)
  • Cámara de fotos
  • Aceite virgen extra local
  • Gafas de sol

El lugar exacto donde la borrica defeca, determinado por láser, indica la parcela ganadora. Todo el proceso es legal, transparente y divertido: “es la actividad estrella del fin de semana. Donde cague la burra… hay premio”.

Tras el concurso, la tarde y la noche están llenas de actuaciones:

  • Grupo Son de Luna (flamenquito joven)
  • Gran Mago Rommel (espectáculo infantil)
  • Grupo Los Vingueros (desde Sevilla)
  • DJ hasta la madrugada

Domingo: chocolate, paella y despedida con música

El domingo arranca con fuerza:

  • 08:00Desayuno de churros con chocolate
  • 12:00Masterclass de música corporal con Cristina Jurado, directora de la banda de Luque
  • 14:00Clase de baile (sevillanas y bachata) con José Córdoba
  • 15:00Paella y concierto del grupo Al Compás del Paladar

Y durante todo el fin de semana:

  • Castillos hinchables gratuitos
  • Puestos de golosinas y gofres
  • Ambiente familiar y festivo

“La gente no se quiere ir. El domingo a las siete intentamos recoger… y aún hay quien sigue tomando algo y ayudando a desmontar”, relata Ortiz.

Ortiz Mármol, “nuestro objetivo una fiesta reconocida oficialmente”.

La fiesta no es solo fiesta. Es el motor económico de la Hermandad, cuyos ingresos brutos se acercan a los 30.000 euros anuales en esta cita. Los gastos también son altos: la carpa de este año, por ejemplo, ha costado 2.500 euros: “Queremos que la gente esté cómoda. Si llueve, seguimos. Esto no se hace para pedir, sino para que la gente se divierta y colabore sin darse cuenta”.

El dinero recaudado tiene como destino principal el proyecto de dorado del paso procesional del Señor Resucitado, “ya está dorada la parte delantera y algunos candelabros. Este año vamos a por los laterales. En tres o cuatro años, si Dios quiere, estará acabado”.

Pero no solo eso. La hermandad también financia acciones sociales, como recogidas de juguetes en Navidad, ayuda a familias necesitadas y, actualmente, están trabajando en un proyecto de apadrinamiento de niños de Gaza.

Antonio Ortiz Mármol no oculta el orgullo cuando habla de su gente, “tenemos un cuadrante con 35 personas trabajando todo el fin de semana. Y todo el año planificando. Esto no se organiza en 3 días”.

Desde 2011, la Hermandad ha movido más de 180.000 euros, todo a base de pequeñas actividades, sin grandes donaciones ni ayudas millonarias, “no hay un solo donativo que supere los 1.000 euros. Solo trabajo, trabajo y trabajo”.

Actualmente, la hermandad cuenta con más de 600 hermanos en un pueblo de apenas 2.800 habitantes, y más de 70 costaleros, el doble de los necesarios para portar el paso.

La Fiesta de la Borrica Cagona ha superado el formato de actividad parroquial o lúdica para convertirse en un fenómeno social en Luque. Antonio lo tiene claro, “damos un pasito más cada año para convertirla en una fiesta tradicional del pueblo. Lo merece. Esto ya es una seña de identidad”.

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