La Feria Cofrade de Córdoba cierra con éxito su primera edición iberoamericana y abre nuevas vías de negocio y patrimonio

Antonio Márquez, artesanos participantes

Más de 6.000 personas, casi un centenar de empresas y momentos de intensa emoción en un evento que confirma a Córdoba como referente del arte sacro en España e Iberoamérica. El director de la feria, Antonio Márquez, hace balance y pone en valor el papel de los artesanos, restauradores y empresarios locales.

La Feria Cofrade de España e Iberoamérica ha cerrado su edición más ambiciosa hasta la fecha con más de 6.000 visitantes, consolidándose como un espacio clave para el encuentro entre tradición, patrimonio, emprendimiento y cultura popular. Una cita que ha unido a artesanos, músicos, restauradores y cofrades bajo un mismo techo, y que deja en Córdoba una fuerte huella económica, cultural y emocional.

El director del evento, Antonio Márquez, ha destacado que “este año ha sido el más emocionante en estos tres años de recorrido. Hemos vivido momentos únicos, como el desfile de mantillas y los conciertos, que provocaron veinte minutos de aplausos continuos. Eso no se puede describir, hay que vivirlo”.

La feria no solo ha sido un espacio para la emoción religiosa, sino también para el intercambio empresarial y cultural, con el III Encuentro Empresarial Cofrade, el II Salón de Emprendimiento Cofrade de la provincia y la presencia como país invitado de Guatemala, cuya Semana Santa fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial.

Artesanos, restauradores y empresas: el alma de la feria

Antonio Márquez ha querido destacar el papel de muchos de los profesionales cordobeses que, desde el silencio de los talleres, construyen cada año la Semana Santa de Andalucía y de buena parte del mundo cofrade.

Sobre Ana Infante, restauradora, Márquez no duda: “Ana Infante es maravillosa. Es un portento. Representa a la perfección lo que queremos proyectar en Iberoamérica: profesionales que cuidan el patrimonio desde el respeto, con una visión contemporánea”.

En el stand de filigrana, Juan Jiménez fue otro de los nombres propios. Este orfebre cordobés especializado en técnicas milenarias participó con una mirada única sobre el Tesorillo de la Amarguilla de Baena: “el Tesorillo no es solo patrimonio local, es un tesoro para todos. Nos ayuda a entender nuestra historia desde la arqueología y la joyería”, declaró.

Desde Puente Genil, el maestro Antonio de “Plumas DelCisne” ha vuelto a sorprender con su arte en la confección de plumeros de judíos, una pieza fundamental en las procesiones de Baena. “Cada plumero se hace con mimo, uno a uno, con plumas naturales. Y en Baena gusta el plumero largo, con cuerpo. Eso también es identidad”, relató con orgullo.

El zapatero menciano Antonio Caballero, artesano del calzado cofrade, también dejó su huella. “Hace dos años me vio el presidente de la Diputación en una feria. Gracias a su apoyo y su insistencia estoy hoy aquí. Me emocionó su apuesta por los oficios”, reconocía con gratitud.

Córdoba como epicentro del arte sacro iberoamericano

Márquez subraya que la clave del éxito está en la combinación de tradición y oportunidad de negocio:

“Este año han sido 82 expositores, empezamos con 10. Pero lo importante no es el número, es el impacto. Aquí puede haber contratos de cientos de miles de euros que se gestan en una conversación entre expositor y cofradía. Y eso no lo consigue un catálogo online”.

Otro de los puntos fuertes, según el director, ha sido el espacio escogido, “La ubicación ha sido idónea. Es el centro expositivo techado más grande de Córdoba, con 600 plazas de aparcamiento, aire acondicionado y buena conexión. Aquí hemos vivido una primavera eterna, pese a las altas temperaturas de fuera”.

Proyecciones y próximos pasos

Aunque todavía no se ha confirmado el país invitado para 2026, Márquez anticipa que hay varias candidaturas sobre la mesa. Lo que sí parece claro es que Córdoba seguirá mirando al otro lado del Atlántico.

“El contacto humano, el cara a cara, sigue siendo imprescindible. Las ferias presenciales no han muerto, están más vivas que nunca. Porque necesitamos emocionarnos juntos”, concluye Márquez, antes de lanzar un mensaje claro: “Se trata de ganar todos. Con sosiego, con unidad y con simpatía, se abren muchas puertas”.

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