Juan Francisco Morán t Fernando Rodríguez en la Peña Flamenca de Baena
El joven cantaor de Benameji ofreció una noche de flamenco puro, acompañado por la guitarra de su maestro Fernando Rodríguez, en una actuación llena de sentimiento y entrega.
La Peña Flamenca de Baena vivió el sábado 16 de agosto una de esas noches que conectan con la esencia del flamenco más auténtico. El protagonista fue Juan Francisco Morán, joven cantaor de Benameji (Córdoba), que a sus pocos años de trayectoria ya ha cosechado premios y el respeto del público y la crítica especializada. Acompañado a la guitarra por su maestro y referente, Fernando Rodríguez, Morán regaló un recital lleno de emoción y técnica.
Desde muy pequeño, Juan Francisco sintió el pellizco del flamenco. “Canto desde los once años, cuando empecé en la escuela de Fernando”, ha comentado a Cancionero en el descanso. El impulso le llegó desde su familia, especialmente de su abuelo Manuel, y desde entonces no ha podido desligarse de este arte. “El flamenco para mí es una forma de vivir. No podría imaginarme sin él. Es un sentimiento indispensable”, ha confesado.
Con voz templada, pero profunda, y una marcada afinación, Morán interpretó una selección de cantes, entre ellos seguiriyas, donde demostró su gran madurez a pesar de su juventud. “Es el palo con el que más disfruto”, admitió, dejando claro que se siente cómodo en los terrenos más serios y complejos del flamenco.
La complicidad con Fernando Rodríguez fue uno de los pilares de la velada. Maestro y discípulo han recorrido ya muchos escenarios juntos. “Fernando no solo es un gran guitarrista, es un amigo y un apoyo constante. Le debo mucho de lo que soy”, ha señalado el joven cantaor. Su actuación conjunta fue un diálogo respetuoso y lleno de matices, en el que la guitarra supo arropar y dar alas a la voz sin imponerse.
Entre sus influencias actuales, Morán ha mencionó a artistas como Arcángel y María Terremoto, dos nombres que, como él, representan la renovación del flamenco sin perder la raíz. Asegura que su mejor carta de presentación es su propio nombre y su cante.
El público de la Peña Flamenca de Baena supo reconocer el talento y la entrega de Juan Francisco Morán, que dejó claro que quiere seguir creciendo desde la honestidad artística. “Nunca había estado aquí, pero me ha encantado cantar en esta peña. Ojalá pueda volver pronto”, ha comentado, agradeciendo la acogida que ha tenido.
Por último, el artista lanzó un mensaje rotundo: “El flamenco no puede perderse. Tenemos que seguir luchando para que esta cultura y sus raíces se mantengan vivas”.
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