El vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Baena, José Luis Rojano, ha resumido con un “en la pandemia estuvimos sin flotador en el medio del mar moviendo lo brazos para no ahogarnos”, la situación del sector durante este largo año que parece puede llegar a su fin.
De hecho, considera que las medidas de apertura tendentes a recuperar la normalidad no son las que esperaba el sector, pero menos es nada.
Rojano aseguró que, aún con todo, limitar el número de personas en mesa a 8 “es una zancadilla con todas las bodas, bautizos y comuniones que estaban pospuestos”, aunque se ha mostrado ilusionado y esperanzado en que “salvemos la campaña”.
Considera que pagan justos por pecadores en el cumplimiento-incumplimiento de las normas establecidas estos meses de atrás. Ha pedido a todos que se cumplan y a las autoridades “que no miren para otro lado donde no se cumplen”.
José Luis Rojano cifra en miles de euros las pérdidas en el sector en la zona y en seis de cada diez empleos los perdidos por la pandemia, cuya salida “va bien encaminada, pero depende de lo que hagamos todos”.
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