Fina de Ángeles en la peña Flamenca de Baena
La cantaora actuó en la Peña Flamenca de Baena junto al guitarrista Juan José Gutiérrez durante la celebración del Día de la Mujer del Socio
En una noche marcada el arte andaluz, la Peña Flamenca de Baena volvió a celebrar su familiar reunión “Día de la Mujer del Socio”, una velada de música y convivencia que en esta edición contó con las actuaciones Fina de Ángeles, acompañada a la guitarra por Juan José Gutiérrez y de Antonio Jesús Plaza
La cantaora, cuyo nombre real es Josefina Colmenero Escribano, mostró su dominio vocal y su pasión por el flamenco en un recital cargado de sensibilidad, técnica y compás. Su presencia sobre el escenario, íntima y poderosa, encarnó el espíritu de esta cita que desde hace más de tres décadas reconoce el papel de la mujer dentro y fuera del ámbito flamenco.
Un homenaje con historia
El Día de la Mujer del Socio no es solo un acto cultural, sino también un símbolo de cohesión y apertura en el seno de la peña. Tal como explicó Rafael Serrano Castro, vicepresidente de la entidad, en una entrevista concedida años atrás, esta celebración se remonta a 1992 y tiene varios objetivos fundamentales:
“Supone para la peña un motivo más para reforzar los lazos de amistad entre los socios, fomentar la copla —que, aunque no es un estilo del flamenco, sí tiene ciertos puntos de conexión— y apostar por la inclusión de la mujer en la actividad cultural de la peña”, destacó Serrano.
A lo largo de los años, la programación del evento ha combinado nombres consagrados con nuevos talentos, fusionando flamenco y copla en un ambiente familiar. En anteriores ediciones han participado artistas como Lucía Leiva, David Navarro o Mayte Adrián, consolidando una tradición que va más allá del cante para convertirse en una auténtica fiesta de convivencia.
Fina de Ángeles: de la peña al teatro
En esta ocasión, Fino no solo dejó una actuación para el recuerdo, sino que compartió con Cancionero los planes de un nuevo espectáculo flamenco multidisciplinar que verá la luz este invierno.
“Será algo bonito, no voy a estar sola. Habrá más artistas, probablemente también baile. Quiero que sea más teatral, con puesta en escena, con narrativa”, adelantó sin desvelar aún el título ni los participantes.
Aunque la idea está todavía en desarrollo, la cantaora tiene claro que quiere ofrecer una propuesta de calidad, hecha con tiempo, mimo y respeto por el arte jondo:
“Los proyectos no se pueden hacer corriendo. Tienen que pensarse bien. Pero la ilusión ya está”, aseguró.
Del escepticismo al amor por el flamenco
Curiosamente, Fino de Ángeles no se considera cantaora de cuna. Su relación con el flamenco surgió casi por casualidad, gracias al entusiasmo de su suegro y su marido, ambos grandes aficionados, y a su vinculación con la peña Juanito Valderrama. Al principio, reconoce, le costó conectar: “Al principio me aburría, lo digo claramente. Pero fui yendo, y cuando el flamenco te entra, ya no puedes pasar sin él”.
Desde entonces ha recorrido un camino artístico sólido, basado en la honestidad, la autocrítica y el amor por los estilos tradicionales. Suele preferir los espacios pequeños y familiares —como las peñas— donde puede conectar de forma directa con el público.
“Siempre me gusta apartar el micro. Que la voz llegue natural, sin filtros. Me gusta ese recogimiento, esa cercanía”, como en varias ocasiones pudimos ver en su actuación en la Peña de Baena
Una voz para todos los palos
Durante su recital en Baena, la artista desplegó un repertorio variado, incluyendo estilos tan diversos como la seguiriya, la soleá, los fandangos o los tanguillos de Cádiz. Su voz —limpia, afinada y llena de matices— fue elogiada por el público asistente.
Al preguntarle cómo se siente en el escenario, Fina fue sincera: “Al principio me entra el nervio, siempre pienso: ¿gustará o no gustará? Pero conforme va avanzando la actuación, me siento mejor. Y cuando termina, si hay aplausos, si te dicen ‘olé’, sabes que lo hiciste bien”.
Situación actual del flamenco
Para la cantaora, el flamenco vive ahora un momento de recuperación tras una etapa de cierta quietud. Cree que es el momento de seguir apostando por este arte desde la raíz, pero sin dejar de evolucionar: “El flamenco no puede quedarse atrás. Tiene que estar siempre presente, y eso depende también de nosotras, de los que lo amamos”.
Mirando al futuro
Con un nuevo espectáculo en camino y una agenda de actuaciones que va creciendo, Fina de Ángeles continúa su camino con paso firme. Sin prisas, pero con una dirección clara: emocionar, contar historias y seguir aportando voz y alma al flamenco.
La noche en la Peña Flamenca de Baena no solo sirvió para homenajear a las mujeres que la sostienen desde dentro, sino también para recordar que el arte, cuando se hace desde la verdad, deja huella. Y Fina, sin duda, la dejó.
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