Fiestas de la Virgen de la Aurora en Luque.

Triduo en honor de la Virgen de la Aurora de Luque

Tradición, música y devoción en las Fiestas en honor a la Virgen de la Aurora, tal y como ha señalado a Cancionero, Manuel Higueras Díaz, hermano mayor de la Hermandad de la Aurora, que ha destacado “el compromiso con la preservación de una tradición centenaria que se lleva a cabo desde hace siglos: el canto de los auroros por las calles del pueblo”.

Una Tradición Centenaria

Durante los meses previos a las fiestas, los fines de semana, un grupo de devotos se levanta antes del amanecer para recorrer las calles de Luque cantando las tradicionales coplas de la aurora. “Nos levantamos a las 5 de la mañana, algunos incluso a las 4:30, para comenzar el recorrido y cantar las letrillas de la aurora,» nos cuenta Manuel Higueras. A pesar de ser un grupo reducido, compuesto por entre 8 y 11 personas, la tradición se mantiene viva gracias al apoyo de la comunidad, que entiende y valora el esfuerzo. “A veces, aunque somos pocos, la gente nos sigue, y nos acompaña en el recorrido,» añade el hermano mayor.

Las coplas de la aurora, que suenan al amanecer en las calles de Luque, son el alma de esta festividad. Manuel destaca que el repertorio cuenta con 54 coplas, muchas de ellas publicadas en un libro, mientras que otras aún están pendientes de ser registradas. Aunque la melodía es monótona y repetitiva, lo que cambia es la letra de cada copla, que transmite distintos mensajes de devoción y amor a la Virgen de la Aurora. “La música es la misma, pero la letra cambia, lo que hace que cada copla tenga su propio encanto,” nos comenta Manuel. Además, para dar vida a las coplas, los auroros se acompañan de varios instrumentos tradicionales como el acordeón, la guitarra, la bandurria, la campanilla y la flauta de caña, que aporta una sonoridad especial a la música.

El Recorrido de la Procesión

El día grande de las fiestas es el 7 de septiembre, que para la hermandad comienza temprano, a las 6 de la mañana. A esa hora, la imagen de la Virgen de la Aurora es sacada en procesión desde su ermita, ubicada en la calle Carrera, conocida como “Las Cuatro Esquinas”, hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde se celebra la eucaristía. Durante el recorrido, los miembros de la hermandad y los devotos acompañan a la Virgen con cánticos y oraciones, haciendo paradas en puntos estratégicos para que todos puedan participar.

Este año, se espera que el recorrido sea similar al de años anteriores, con la participación de unos 16 a 18 hermanos bajo las andas que transportan la imagen. Aunque la procesión no es excesivamente larga, cada paso se vive con gran emoción y respeto, ya que la imagen pesa considerablemente. “Tanto la imagen como las andas son bastante pesadas, pero todos los que participamos lo hacemos con mucho cariño y devoción,” explica Manuel.

Una vez que la procesión llega a la parroquia, se celebra la Misa en honor a la Virgen de la Aurora. Durante la eucaristía, los auroros cantan algunas coplas. Este acto religioso es uno de los momentos más importantes de las fiestas, ya que permite a los devotos mostrar su fe y devoción a la Virgen, mientras mantienen viva la tradición que ha perdurado en el tiempo.

Después de la Misa y del traslado de la Virgen a su ermita, los miembros de la hermandad suelen disfrutar de un desayuno juntos, en un momento de convivencia y fraternidad que también forma parte de la tradición.

Aunque la hermandad está formada por personas de todas las edades, Manuel Higueras destaca que este año se ha incorporado gente nueva al grupo y ha resaltado la incorporación de mujeres. Sin embargo, la mayoría de los miembros ya son adultos que han tomado sus primeras comuniones en años pasados. “Nos gustaría ver más jóvenes participando, pero es complicado. Aún, así, los que estamos aquí, tratamos de mantener viva la tradición,” menciona Manuel, quien espera que las nuevas generaciones continúen con el legado.

Además, la hermandad ha intentado contar con la participación de otros grupos de auroros de diferentes municipios, como los de Monturque, pero este año, por problemas de agenda, no van a poder asistir. Sin embargo, a lo largo de los años, la hermandad ha mantenido una buena relación con otras localidades, compartiendo momentos especiales durante las fiestas.

Antes de la procesión del domingo, las fiestas incluyen varios actos, como el triduo en la Ermita de la Aurora, oficiado por el párroco de la localidad, Manuel Rabadán Carrillo. En él, se realiza una ceremonia especial de preparación por parte de los hermanos y hermanas antes del último tributo en la Parroquia d Nuestra Señora de la Asunción.

El Futuro de la Tradición

La Hermandad de la Aurora, bajo la dirección de Manuel Higueras, sigue siendo un pilar fundamental en la preservación de esta tradición. Aunque la hermandad ha pasado por momentos difíciles y la participación ha sido menor en los últimos años, Manuel se muestra optimista. “Esperamos que la tradición continúe y que más jóvenes se animen a unirse a nosotros en los próximos años. La Virgen de la Aurora es el corazón de Luque, y todos queremos seguir rindiéndole homenaje,” concluye Manuel.

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