Fernando López Segura “el aceite de oliva virgen, probablemente, es un regalo del cielo”

La Asociación Cultural Getsemaní organizó, en la Casa de la Cultura Juan Valera de la localidad menciana una actividad, vinculada con el olivar y el aceite, el pasado fin de semana.
Eugenio Jurado, representante de la asociación, hizo hincapié en la fiesta del inicio de la campaña olivarera: “es una actividad, enmarcada en el proyecto “rescatando la cultura de los cortijos.” Hoy, nos encontramos para dar a conocer las propiedades saludables que el aceite de oliva virgen extra aporta a nuestro organismo. Para ello, contamos con la presencia de los doctores Joaquín Ruiz de Castro Viejo y Fernando López Segura, dos profesionales a los que tuve la oportunidad de conocer en otros eventos vinculados con el aceite de oliva.”
Destacó el motivo común que conduce a la asociación a organizar los distintos tipos de actividades propuestas: “en todas las actividades que engloban este proyecto hacemos hincapié en el consumo de Aceite de Oliva Virgen Extra. Para ello, organizamos desayunos molineros, muestras gastronómicas y concursos de cocina.”
Por su parte, el doctor Joaquín Ruiz de Castro Viejo, especialista del Hospital Reina Sofía de Córdoba, agradeció la invitación de la asociación y destacó su vinculo con la subbética, dónde tuvo la oportunidad de trabajar durante doce años en el hospital de la vecina localidad egabrense.
Incidió en la patología cardiovascular como “principal causante de fallecimientos en nuestro país”: “nos hallamos en una zona de baja prevalencia y, con el desarrollo de las nuevas técnicas de desarrollo y abordaje, en cuánto un enfermo sufre de angina de infarto, activamos el “código infarto” que nos lleva a atender en el hospital Reina Sofía de la capital cordobesa. Allí, podemos atenderlo en la sala de cateterismo, dónde podemos paliar las consecuencias de la oclusión de una arteria.”
Por otra parte, destacó el buen funcionamiento de la conocida como “unidad de ictus”, también localizada en el citado hospital cordobés.
Sobre el conocido como “código infarto”, el entrevistado profundizó: “a través de la red del 112 061, los profesionales contactan con nosotros, a la par que con los residentes y, por medios aéreos o terrestres y en contacto con el médico responsable, se coordinan con los compañeros de hemodinámica y, en la sala de hemodinámica se le atiende con el fin de evitar posibles complicaciones posteriores. En cuestión de 15 minutos todo el quirófano esta preparado para atender a un posible paciente.”
En respuesta a una posible prevención del infarto, Castro dijo: “hay factores no modificables, como el paso del tiempo; sí podemos abordarlo y prevenirlo siempre y cuándo se logren unos hábitos de vida saludables que incluyen evitar el tabaco, abordar el colesterol y llevar una dieta sana a la par que practicar ejercicio. Por ello, múltiples estudios han demostrado que el consumo de aceite de oliva previene el avance del colesterol.”
En relación con el estilo de vida, “la dieta” que, a juicio del facultativo sería calificada como “ideal”, este dijo: “la dieta ideal sería aquella con poca base de hidrato de carbono, buen consumo de fruta y verdura y buen consumo de carne y pescado, mayoritariamente azul. Evidentemente, en ella debe haber un buen consumo de aceite de oliva.”
Sobre la tasa de incidencia de infarto en comparación con el padecimiento de un ictus, el cardiólogo destacó: “en jóvenes destaca la enfermedad cardiaca y, en ancianos, predomina la enfermedad cerebral derivada del padecimiento de un infarto cerebral o ictus.”
Avanzó la participación del doctor Fernando López Segura, que “conoce a la perfección los beneficios múltiples de este tipo de grasa saludable.”
“El médico debe ser humano, disponible y asequible, mostrarse a disposición de los enfermos quienes precisan de una ayuda inmediata. Quien no tiene salud, no tiene nada”, concluyó.
Por su parte, el doctor Fernando López Segura, expresó lo que supone para él el aceite de oliva, así como sobre sus propiedades: “el aceite de oliva virgen, probablemente, es “un regalo del cielo”: como bien sabemos, existe desde hace unos 10.000 años y, a día de hoy, la ciencia ha avanzado de tal modo que conocemos como sus propiedades ayudan a mejorar nuestra vida. En este momento tan avanzado, enfermamos y morimos, principalmente, a causa de las enfermedades cardiovasculares a causa de nuestros malos hábitos. Si conseguimos evitar estos factores de riesgos, prevendremos problemas como el infarto. Ante estas enfermedades, el aceite evita estos riesgos.”
Entre los factores principales que, a su juicio, favorecen la incidencia de enfermedades de tipo cardiovascular, el ponente dijo: “el consumo de grasas saturadas, sedentarismo, falta de ejercicio físico, falta de consumo de verduras y fruta: el consumo del aceite de oliva permite llevar una dieta acorde con un estilo de vita saludable. La dieta mediterránea, el consumo de lo que nuestra naturaleza nos aporta.”
Aseguró que “se puede comer de todo siempre y cuando las cantidades sean acordes a la persona y ritmo de vida”. No obstante, matizó que tipos de alimentos deben evitarse, en particular, incidió en los tipos de grasas a desterrar de nuestra particular “pirámide alimenticia”: “debemos evitar la grasa en una cantidad adecuada. No existen alimentos “buenos” y “malos”: el único que debemos evitar son las “grasas trans” que, constituyen en esencia los alimentos como la bollería y pastelería con la que, desgraciadamente, alimentamos a nuestros hijos. Además, se debe evitar el consumo de grasa animal, que eleva los niveles de colesterol en sangre. Por ello, la mejor grasa, moderada, que se debe consumir es el aceite de oliva.”
“Se debe comer de todo en su justa medida teniendo muy claro, en esencia, que la grasa fundamental que hemos de emplear en nuestras comidas es el Aceite de Oliva Virgen Extra.”
Para concluir, incidió en el “tercer pilar” de la dieta mediterránea: el vino, matizando como este puede ser objeto de nuestra dieta, siempre cuando se tengan en cuenta una serie de recomendaciones que aportó: “la dieta mediterránea tiene como pilares el aceite, el trigo y el vino. Este último, en una moderada cantidad, un par de copas en el hombre y una copa en la mujer, sería saludable siempre que una persona no tenga problema de hígado o relacionado con la epilepsia. Esa cantidad de vino aporta una cantidad de antioxidante interesante, además de elevar el nivel de HDL, el conocido como “colesterol bueno.”

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