Éxito del Tercer Curso de Arqueología Experimental en Torreparedones: cerámica medieval, ciencia y patrimonio

Participantes del Curso de la UCO y ayuntamiento de Baena en el yacimiiento

El Tercer Curso de Arqueología Experimental en Torreparedones ha concluido con un balance muy positivo tanto para el equipo docente como para los estudiantes participantes. Organizado por la Universidad de Córdoba con la colaboración del Ayuntamiento de Baena, el curso ha combinado teoría, práctica e investigación aplicada en un entorno arqueológico excepcional.

El director del curso, el catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Córdoba, Ricardo Córdoba de la Llave ha valorado como “muy satisfactorio” el desarrollo del programa, centrado este año en la reproducción de cerámica vidriada medieval con reflejos metálicos dorados, una técnica conocida como luz dorada.

Cerámica medieval con técnicas originales

La actividad principal del curso ha consistido en la reconstrucción de un horno cerámico medieval, que los estudiantes han construido con sus propias manos siguiendo técnicas tradicionales. Posteriormente, decoraron las piezas con barnices especiales basados en recetas históricas, bajo la dirección de especialistas como Carmen Cecilia, de la empresa artesanal CerámicayCosas.

El proceso culminó con la cocción de las piezas en el horno y la apertura del mismo un día después por la mañana. “El resultado ha sido un éxito: muchas piezas adquirieron ese reflejo dorado tan característico de esta cerámica”, señaló Córdoba.

En total se cocieron unas 20 piezas de diferentes formas: cuencos, platos, azulejos y recipientes cerrados. Algunas han sido entregadas a los estudiantes como recuerdo de su trabajo, mientras que otras se han depositado en el Museo Histórico de Baena, donde podrán ser examinadas, aunque no estén todavía en exposición.

Un curso práctico con valor investigador

Aunque ha contado con sesiones teóricas, el curso ha sido eminentemente práctico, con talleres complementarios sobre elaboración de cosméticos y tintes históricos. Además de ofrecer una experiencia educativa única, estas actividades forman parte de una investigación activa sobre tecnología artesanal medieval, un campo en el que la arqueología experimental está cobrando cada vez más protagonismo.

“La idea es que los estudiantes hagan lo que no pueden hacer en el aula: experimentar con fuego, barro, pigmentos… y entender la arqueología desde dentro”, afirmó el director.

Torreparedones, un laboratorio al aire libre

El curso se desarrolla en el entorno del yacimiento arqueológico de Torreparedones, un enclave singular que ha permitido consolidar un auténtico centro de experimentación arqueológica al aire libre. Allí, además de los hornos construidos en ediciones anteriores, se suma ahora el nuevo horno de cerámica medieval, que podrá reutilizarse en futuras actividades.

Ricardo Córdoba no escatimó elogios al lugar: “Torreparedones es un espacio magnífico para este tipo de actividades. El convenio con el Ayuntamiento, que contempla la celebración de estos cursos hasta 2027, es fundamental para que podamos planificar con antelación”.

Sin embargo, también expresó cierta preocupación por el mantenimiento del sitio: eEste año la hierba no se retiró hasta última hora en la zona de trabajo. Torreparedones es un yacimiento excepcional que merece estar siempre en el mejor estado posible, porque es una joya para toda la provincia y la comunidad autónoma”.

Próximas ediciones y retos pendientes: la excavación de la aldea medieval

Sobre el futuro, Córdoba avanzó que aún no se ha definido la temática del cuarto curso, aunque se barajan temas relacionados con la metalurgia histórica, como fundición de metales con tecnología antigua. También señaló un objetivo pendiente desde hace años: la excavación de la aldea medieval, ubicada probablemente al sur del castillo, un área aún sin intervenir que podría aportar datos valiosísimos sobre la ocupación del lugar durante la Edad Media.

“Torreparedones tiene todavía mucho que contar. Es un yacimiento para generaciones de investigadores”, concluyó el director, quien agradeció la implicación institucional y el interés de los participantes en esta experiencia que une arqueología, historia, ciencia y patrimonio.

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