Éxito de la exposición de abanicos de Carmeli Piernagorda.

Abanicos que ya viajan a Alemania, Japón o Australia

La artesanía, la dedicación y el colorido han convertido la exposición de abanicos pintados a mano por Carmeli Piernagorda en todo un fenómeno cultural y promocional para Baena. Instalada en la Caseta del Círculo de la Amistad (Cristales), la muestra se podrá visitar hasta el 21 de agosto.

Con más de 180 abanicos expuestos –muchos de ellos repuestos tras las primeras jornadas–, Carmeli ha logrado cautivar a visitantes de Baena y localidades cercanas como Castro del Río, pero también a personas de Jaén, Madrid, Barcelona, Tarragona, Alemania o incluso Japón. De su colección especial de abanicos «Canastillas y Flores», de los 51iniciales, solo quedan cinco.

“Este año no me da tiempo a pintar más. Voy a un ritmo que no puedo. He estado hasta la una de la madrugada pintando muchos días, porque los abanicos vuelan. Ayer mismo una chica se llevó ocho de una vez”, comentaba Carmeli, visiblemente emocionada pero también exhausta por el esfuerzo.

Además de los abanicos de flores, sus clientes han valorado especialmente los diseños de frutas, aves y motivos únicos, muchos de los cuales ya no están disponibles en tiendas convencionales. Esta originalidad ha hecho que visitantes se lleven abanicos como recuerdo exclusivo y que otros, como en el caso de una clienta, esperen su envío directamente a Japón.

La calidad artesanal y el trato cercano han sido clave del éxito. Aunque Carmeli se define con humildad como “no pintora”, asegura que lo que ofrece es “un poquito de mí en cada abanico”. Su habilidad con los colores, reconocida incluso por pintores profesionales, ha dado lugar a abanicos únicos con gran carga artística.

“Gracias a Dios tengo éxito en todos los sitios donde he estado últimamente. Ya sé mezclar colores, ya sé lo que hago. Me lo dicen los entendidos. Estoy muy contenta, pero no soy una máquina. Pinto porque me gusta y porque quiero que quien se lo lleve lo disfrute”.

La exposición seguirá abierta hasta el jueves 21 de agosto, si bien el número de piezas disponibles disminuye a diario. Carmeli ya se prepara para su próxima cita en el Mercado de Medieval, pero antes de marcharse, quiere seguir compartiendo su arte con quienes aún no han pasado por esta muestra única