El tambor une pueblos y pasiones en Baena con motivo del Inicio del Año Cofrade.

Toque del Tambor en el Inicio del Año Cofrade

Baena celebró este fin de semana el inicio del Año Cofrade con el vibrante sonido del tambor como protagonista. La jornada reunió a tamborileros de distintos puntos de España, entre ellos Hellín, Mula y Moratalla, en un evento que subrayó el hermanamiento entre ciudades unidas por esta ancestral tradición, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. A pesar de la coincidencia con otros actos sociales que afectaron la participación, el sonido del redoble resonó con fuerza por calles y plazas de la localidad.

El sonido del tambor volvió a tomar las calles de Baena en una jornada de orgullo y redoble compartido. El evento, enmarcado en la apertura del nuevo Año Cofrade 2025-2026, reunió a tamborileros llegados desde distintos rincones de España que comparten con Baena una devoción común: el tambor como unión y símbolo cultural.

Entre los participantes de Baena, Manuel Henares, quien lamentó la escasa participación por la coincidencia con otros compromisos sociales, reivindicó el poder de unión del tambor:

“Lo que pasa es que hay muchos eventos: bodas, bautizos… La gente todavía no está acostumbrada a tener este día señalado. Pero poquito a poco, Dios quiera que este día sea un buen día de hermanamiento entre peñas y cofrades.”

Henares no quiso dejar pasar el motivo principal de la convocatoria: “¿Por qué se toca el tambor en Baena hoy? Porque es patrimonio de la humanidad y eso es un orgullo que hay que llevar por bandera, el tambor une a muchísima gente, siempre nos juntamos para tocar, siempre, es una señal de identidad”

Desde Hellín, uno de los núcleos más potentes del tambor en España, también llegaron representantes. Uno de ellos explicó con sencillez por qué hacen cientos de kilómetros cada año, “en estas calles se respira tambor. Baena es tambor. Para nosotros venir aquí es reencontrarnos con amigos, con sentimientos. Es un hermanamiento entre ciudades tamborileras, aquí nos sentimos como en casa”.

Añadió que el encuentro es también una forma de reafirmar la identidad colectiva del tambor como patrimonio universal, “esto representa lo que hoy se considera como patrimonio inmaterial por la UNESCO y lo que hacemos aquí lo demuestra: tocamos juntos, vivimos juntos y compartimos una misma pasión.”

Desde la vecina Mula, en Murcia, también viajaron tamborileros y tamborileras, como Santi, quien habló emocionada del vínculo especial que une a su pueblo con Baena, “ya llevamos varios años viniendo, hoy hemos recorrido todo el pueblo, cada plaza, cada calle… Para mí, tocar el tambor es una pasión. Es mi vida y Baena es mi segunda casa. Nos han acogido con los brazos abiertos.”

Santi destacó también la hospitalidad del pueblo baenense, que incluso les ofreció alojamiento en casas particulares, “aquí hemos conocido a personas que nos han dicho que, si volvemos, no hace falta que busquemos alojamiento, que vayamos directamente a su casa. Eso no se olvida nunca.”

El evento, que se prolongó hasta la madrugada, convirtió las calles de Baena en un festival sonoro y cultural, una auténtica fiesta popular en la que el tambor fue más que un instrumento: fue un puente entre generaciones, pueblos y ciudades.

Comparte esta noticia: