Juan Cuenca y María Jesús Serrano en el Teatro Liceo de Baena
El emblemático espacio escénico conmemora el aniversario de su rehabilitación con un acto institucional presidido por la alcaldesa María Jesús Serrano y con la presencia del arquitecto Juan Cuenca, autor de su transformación y referente de la arquitectura española.
Baena ha celebrado este 25 aniversario de una forma muy especial: rindiendo homenaje a uno de sus espacios más significativos, el Teatro Liceo, que desde su rehabilitación en 1999 ha sido motor cultural, escenario de grandes eventos y símbolo de modernidad en el corazón del municipio, que también ha servido para reconocer la trayectoria y homenajear a su autor
El Ayuntamiento de Baena ha querido reconocer la importancia de este edificio como emblema cultural y patrimonial, con la presencia de Juan Cuenca, el arquitecto que lideró la compleja transformación del antiguo mercado de abastos en un teatro moderno y acogedor.
Antes del acto conmemorativo, se celebró una rueda de prensa en la que la alcaldesa subrayó el carácter emblemático del edificio dentro de la identidad baenense, “desde hace 25 años, el Teatro Liceo es un centro cultural importantísimo para la vida de Baena y de toda la comarca. Creímos que era necesario rendirle este modesto homenaje a Juan Cuenca por su obra”.
Recordó también otros proyectos del arquitecto en la localidad, como el pabellón deportivo, y su aportación a nivel andaluz, como la rehabilitación del entorno del Puente Romano en Córdoba, premiada con el Premio Europa Nostra.
Por su parte, el arquitecto Juan Cuenca, no ocultó su emoción por volver a un espacio al que, según dijo, le guarda un afecto especial, “esta obra la tengo siempre presente de entre todas las que he hecho, quizás esta sea la más íntima y acogedora, es una obra pionera desde el punto de vista afectivo”.
Cuenca explicó que el reto principal fue integrar la memoria del antiguo teatro con una arquitectura contemporánea y funcional “se trataba de mantener este sitio como teatro, como parte fundamental de la ciudad. Fue un esfuerzo por conciliar lo que este lugar significaba históricamente con una nueva visión arquitectónica, de eso estoy especialmente orgulloso”.
Además, destacó la importancia de que las instituciones mantengan con vida las obras que forman parte del paisaje cultural de una ciudad, “no a todas mis obras les ha pasado esto, algunas han sufrido deterioros prematuros, pero aquí, en Baena, eso no ha ocurrido y eso también es cultura: mantener lo que se ha hecho bien”.
“Este teatro es mucho más que un edificio: es un símbolo de nuestra vida cultural”
La concejala de Cultura, Ana Cruz, encargada de abrir el acto, apuntó que “es un verdadero placer recibiros hoy en este espacio emblemático para conmemorar los 25 años de la remodelación de nuestro Teatro Liceo. Este edificio es mucho más que un teatro, es un símbolo de resiliencia cultural en Baena”.
Cruz destacó el papel crucial de Juan Cuenca en el proyecto y recordó que su intervención “dotó al espacio de una dignidad a la altura de la historia de Baena y de las exigencias escénicas contemporáneas”.
La alcaldesa de Baena, María Jesús Serrano, fue la encargada de dar la bienvenida institucional al acto, ensalzando tanto el valor cultural del edificio como el legado profesional del arquitecto cordobés, resaltando la capacidad del arquitecto para fusionar funcionalidad y respeto patrimonial, “en todos los proyectos que ha intervenido ha dejado su sello personal, su visión de la arquitectura en perfecta comunión con el servicio que presta al ciudadano, ha contribuido decisivamente a que Baena encare el siglo XXI con una visión totalmente vanguardista”.
En intervención y en entrevista mantenida con Cancionero, Cuenca compartió no solo los desafíos técnicos de aquella rehabilitación, sino también las emociones profundas que han permanecido ligadas a este edificio desde entonces.
En palabras del propio arquitecto, esta obra no fue una más en su carrera, “de entre todas la que he realizado, quizás esta es la que por su ambiente íntimo y acogedor más me ha marcado”, confesó. No es frecuente en la arquitectura, profesión de escalas y estructuras, encontrar un tono tan personal. Pero Cuenca lo explicó con claridad: “este teatro fue, desde el principio, un proyecto cargado de sensibilidad”.
El reto, explicó, era ambicioso: transformar un espacio con historia, que había sido tanto plaza de abastos como teatro, en un equipamiento cultural del siglo XXI sin borrar su pasado. Por eso, decidió mantener elementos originales como las columnas de hierro o la estructura central. “No se me ocurrió retirarlas. Hice una especie de melange entre lo que era y lo que yo aportaba, quería que todo estuviera presente.”
La intervención no estuvo exenta de dificultades. La inestabilidad del terreno, la aparición de grietas en el entorno y las debilidades estructurales del edificio obligaron a un esfuerzo adicional en la consolidación, “hubo que reforzar pilares, consolidar muros… incluso aparecieron fisuras en el casino, todo eso fue demorando la obra.”
Uno de los trabajos más complejos fue la creación del patio de butacas hundido bajo el escenario, “había que excavar entre pilares ya debilitados, fue la parte más laboriosa y peligrosa.”
Pese a los contratiempos, el resultado fue un espacio funcional, bello y respetuoso con su pasado. Un edificio que ha resistido el paso del tiempo y que, 25 años después, sigue plenamente vigente.
Para Juan Cuenca, el Teatro Liceo es mucho más que un equipamiento. Es un espacio emocional, “es un objeto que se puede abrazar, tiene algo íntimo, recóndito. Las otras obras que hice en Baena, el Ayuntamiento, el polideportivo, son también muy queridas, pero esta tiene algo especial”, explicó.
El arquitecto guarda un vínculo muy estrecho con la ciudad. No solo por sus obras, todas reconocidas y premiadas, sino por el respeto con el que se ha mantenido su legado, “no en todas mis obras ha ocurrido eso, algunas han sufrido deterioro prematuro, pero aquí el edificio se mantiene, y eso es un acto cultural importantísimo.”
María Jesús Serrano, “Baena tuvo la suerte de encontrarse con Juan Cuenca”
La alcaldesa de Baena, María Jesús Serrano, quiso agradecer de manera especial al arquitecto su presencia y todo lo que ha aportado a la ciudad, «Baena tiene la suerte infinita de celebrar este aniversario y de que en su camino se cruzara un arquitecto que a lo largo de toda su trayectoria ha demostrado que es uno de los mejores arquitectos de la actualidad nacional e internacional.
«Ha dejado su sello personal, su visión de la arquitectura en perfecta comunión con el servicio que presta al ciudadano y a la vez con el estudio de los entornos de su localización e historia. Ha contribuido decisivamente a que Baena encare el siglo XXI con una visión totalmente vanguardista, con grandes equipamientos, funcionando y preparada para acometer los grandes retos que nos depara el futuro.»
El arquitecto, Juan Cuenca Montilla
Juan Cuenca nació en Puente Genil y se formó en la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde también obtuvo el doctorado. Fue cofundador del histórico colectivo artístico Equipo 57 y ha sido reconocido con premios tan prestigiosos como:
- Premio Nacional de Arquitectura (1999, junto a César Portela)
- Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1993)
- Premio Europa Nostra por la restauración del entorno del Puente Romano de Córdoba
- Medalla de Andalucía (2008)
- Hijo Adoptivo de Córdoba (2013)
Su obra, repartida por toda Andalucía, destaca tanto en arquitectura de nueva planta como en intervenciones sobre patrimonio histórico. Entre sus obras más emblemáticas: el Centro de Visitantes del Puente Romano de Córdoba, la Plaza de la Corredera, la sede del Ayuntamiento de Baena, el Polideportivo Municipal y, por supuesto, el Teatro Liceo.
Po último apuntamos una de las reflexiones del propio Juan Cuenca que resume su forma de entender la profesión, “la arquitectura está siempre presente en nuestras vidas, lo impregna todo, su forma, su utilidad, su belleza… Este teatro es el fruto de muchas decisiones complejas y de una voluntad firme de respetar la historia. Hoy sigue vivo, y eso es gracias a quienes lo han mantenido. Gracias por seguir cuidándolo.”
El Teatro Liceo de Baena
El Teatro Liceo, que abrió sus puertas por primera vez en 1910 y cerró en 1929, renació en 1999 gracias a la apuesta institucional y al proyecto de Cuenca, y desde entonces ha acogido una gran cantidad y variedad de actividades culturales, desde teatro, danza y conciertos hasta conferencias, certámenes y encuentros escolares.
Hoy, 25 años después de su reinauguración, el teatro sigue siendo un eje central en la vida social y cultural de Baena, un espacio donde las generaciones actuales y futuras pueden disfrutar del arte en todas sus formas.
Como dijo la alcaldesa en su intervención, “es una enorme satisfacción poder estar hoy aquí, celebrando el presente, recordando el pasado y mirando al futuro con esperanza. Baena sigue apostando por la cultura, y este teatro es prueba de ello”
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