Baena sobrevive a una noche de terror con la segunda edición de la Invasión Zombie

Zomibes en Baena antes del inicio de la actividad

Unas 400 personas se inscribieron en esta intensa experiencia de supervivencia urbana que convirtió las calles de Baena en un escenario apocalíptico. Pruebas, misiones, persecuciones y zombis que no daban tregua marcaron una noche larga y terroríficamente divertida.

La segunda edición de “Sobrevive a la Invasión Zombie en Baena” volvió a convertir el casco urbano de la localidad en una auténtica zona cero. Durante más de cuatro horas ininterrumpidas, cientos de jugadores lucharon por mantenerse con vida en un evento que mezcla teatro, deporte y adrenalina, y que este año ha superado todas las expectativas de participación y organización.

Es una noche terrorífica, pero también muy divertida. A más de uno le va a amanecer corriendo por Baena y sin haber dormido nada”, decía José, uno de los organizadores del evento, en declaraciones a Cancionero.

El juego comenzó sobre las 23:00 h en la Plaza de la Constitución, punto de partida donde se desplegaron los primeros sustos, los nervios y las instrucciones básicas. A partir de ahí, cada participante, identificado con su dorsal y un pañuelo azul si era superviviente, debía recorrer diferentes espacios del municipio superando retos, evitando a los zombis y buscando el “lugar prometido” donde refugiarse.

La dinámica cambia cada año, pero esta vez la historia comenzaba aquí y acabará entre las 4 o las 5 de la madrugada, en algún punto de Baena. No puedo decir dónde. Lo que sí sabemos es que los jugadores tienen que encontrar ese lugar seguro con ayuda de un grupo de ‘preparacionistas’ que ha logrado sobrevivir escondido todo este tiempo”, explica José.

El juego dividió a los personajes enemigos en dos tipos: los zombis corrientes, lentos pero constantes, y los temidos zombis Z, rápidos, agresivos y capaces de acabar con un grupo entero en cuestión de segundos.

Algunos de los voluntarios del equipo hacen de zombis. Otros interpretan a supervivientes claves que ayudan a los jugadores a avanzar en la trama. En total somos unas 20 personas dentro de la organización, además de Rubén y yo, que estamos coordinando todo”, detalla José.

Uno de los elementos más característicos del juego es que los jugadores que son “atrapados” pueden pasar por el maquillaje de caracterización. “Los caídos llevan pañuelo rojo. A partir de ahí, dejan de huir y empiezan a cazar”, añade.

Este año, el evento ha contado con cerca de 400 inscritos, un notable crecimiento respecto a la edición anterior. No solo ha aumentado el número, sino también la diversidad del público. “Han venido jugadores de Lucena, Jaén, e incluso de pequeños pueblos de Granada. Lo más bonito es que participan familias enteras, padres, hijos, primos… Hay listas en las que se repite el mismo apellido 12 veces seguidas”, comenta el organizador.

Durante la noche, los jugadores recorren rincones emblemáticos de Baena como el castillo, el cine, el teatro o calles céntricas perfectamente integradas en la narrativa del juego. Además, cada jugador cuenta con un mapa de localizaciones y la logística se adapta para que todos puedan seguir el ritmo de juego de forma segura.

No todo es correr por correr. El evento premia a los cinco jugadores que logren sobrevivir hasta el final, completando las misiones clave sin haber sido atrapados.

El año pasado quedaron cinco supervivientes, y este año también. A ellos se les entrega un premio relacionado con la temática del evento: juegos, material temático, cosas que fomenten el entretenimiento juvenil”, explica José. Los premios los aporta el área de Juventud, principal apoyo institucional de la iniciativa.

Para muchos jóvenes, y no tan jóvenes, esta noche se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario lúdico de Baena. “Esto no es improvisado. Todo está encajado, medido y planificado para que sea una experiencia fluida y emocionante”, recalca José.

Con la segunda edición ya superada con éxito, la organización no duda en mirar al futuro con una nueva actividad, “el año que viene estaremos de nuevo aquí, con nuevas tramas, nuevos escenarios y, seguro, con más gente todavía”.

Y para quienes aún no se han atrevido a participar, José lanza una invitación directa, “esto es miedo, sí, pero miedo del bueno, del que se comparte y se recuerda con una sonrisa”

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