Manuel Oteros “el libro hay que leerlo para entender por qué fue el conflicto y cómo se pudo haber evitado”.

Manuel Oteros Fernández, ha presentado en la Casa de la Cultura de Baena, con la presencia de la concejala de Servicios Sociales, Lidia Pozo y la archivera municipal María Luisa Vílchez, junto a una representación de vecinos de Baena y Nueva Carteya, su libro “El Nacimiento de un Pueblo: Del Monte Horquera a Nueva Carteya”
El autor de este libro nació en Nueva Carteya en 1959, estudio por libre el bachiller en su municipio y comenta a Cancionero que “me examinaba en Montilla, donde estaba el instituto más cercano. La historia me apasionó desde que era niño. Con 13 años salí de mi pueblo para estudiar, en Córdoba y en Cabra. Estudié derecho en Córdoba y en Sevilla, donde me licencié, opositando posteriormente a Secretario de la Administración de justicia, pero siempre sin perder mi afición por la historia”,
Oteros, en la conversación mantenida antes de la presentación del libro, ha afirmado que “mis lecturas eran siempre ensayos históricos o novela histórica, que me encanta, y cuando me jubilé, hace  casi tres años,  retomé la afición, sobre todo, con motivo de la celebración del bicentenario de la fundación de Nueva Carteya, creyendo que era de interés investigar sobre este tema”
Manuel Oteros ha detallado que “sobre este tema había bastante información, pero dispersa, en los libros de Francisco Valverde y Perales sobre Baena, y en el de Manuel Horcas Gálvez, “La Crisis del Siglo XIX”, centrados en el estudio que hicieron de Baena, pero no de Nueva Carteya, y también, en el archivo histórico municipal de la localidad”, destacando el trabajo de la archivera, “que es excepcional”.  
“Con todo ese material he podido hacer un estudio monográfico sobre la fundación de Nueva Carteya, que no entra en contradicción con lo escrito anteriormente, pero al irme a la fuente elimino todos los intermediarios y los errores que se producen al pasar de uno a otro”, ha subrayado.
Oteros nos ha contado que “con la pandemia pensé en escribir mis memorias profesionales, sin excesiva documentación, sobre todo recogiendo anécdotas que me habían ocurrido a lo largo de toda mi vida laboral, que han sido 36 años”
“El escribir sobre la fundación de Nueva Carteya fue, como ya he dicho anteriormente, con motivo del bicentenario, y determinante fue encontrarme con el archivo de Baena, auténtica joya, contando con mucho material para estudiar y sacar conclusiones muy interesantes que a veces desmienten muchas cosas que se afirmaban en Nueva Carteya o en Baena”, ha asegurado
El autor de este libro ha apuntado que “yo he intentado llegar a la verdad, tomando en consideración los intereses desde el punto de vista de Baena y de Nueva Carteya, recogiendo las dos sensibilidades, actuando con objetividad e imparcialidad después de escuchar a las dos partes, como he hecho en mi carrera judicial. Puede que algunas de las cosas que digo no gusten a alguien en Baena y otras no gusten en Nueva Carteya”
En relación a las obras que tiene publicadas, Oteros ha dicho que “tengo publicados, desde hace años, dos libros jurídicos, uno de derecho comunitario europeo y otro de derecho internacional privado, sobre lo que yo hice mi tesis doctoral, pero libros destinados al público en general, este sería el segundo, el primero fue “Memorias de un Juez inquieto”, mis memorias profesionales, narrando desde mi primer destino hasta el último, fundamentalmente contando anécdotas que me habían pasado, en un tono de carta a un amigo, entendible por cualquiera; y este que es “El nacimiento de un pueblo, del Monte horquera a Nueva Carteya”, cuyo punto de partida es la fundación de Nueva Carteya, el 30 de noviembre  de 1821, y sus antecedentes que eran los pobladores que había, sobre todo en la parte sur del Monte Horquera, a quienes en Baena se les llamaba roceros, término descriptivo y peyorativo”
En este sentido, ha indicado que “Baena en aquella época estaba muy estratificado en clases sociales y los roceros eran casi la última clase que consideraban aquí. He comenzado viendo quiénes eran los roceros, de dónde venían, cómo vivían, señalando las diferencias entre cómo se vivía allí y en Baena, como eran dos mentalidades totalmente diferentes y como el pueblo de Baena nunca los entendió, como ahora a los inmigrantes, a quienes vemos muy superficialmente, sin apreciar que cada uno de ellos tiene una vida, una historia, un pasado que no se puede obviar”
Así, de esta forma, Oteros ha incidido en que “de ese desconocimiento vienen todos los errores que fue cometiendo Baena, llegando a la conclusión de que Nueva Carteya es el producto de los errores de Baena”, argumentado que “si se hubiese hecho bien en Baena, Nueva Carteya existiría, como mucho, como una pedanía, tipo a Albendín”
Al respecto, ha puesto como ejemplo que “cuando se hace el reparto en Baena se hace abstracción de que en el Monte Horquera había unas 300 personas que  estaba labrando la zona, arrendada en aquel momento  a la Junta Municipal de Propios, a los administradores del Monte, cuando existía la Administración del Monte Horquera, y lo que no se debió hacer es el reparto, con unos contratos en vigor,  olvidando esos contratos de arrendamiento, surgiendo entonces el problema porque pensaron que los iban a echar”.
Para Oteros Fernández “el reparto del Monte Horquera no fue justo. Fue curioso porque lo demandaba la clase baja de Baena, los jornaleros, y la clase alta, por cuestiones muy diferentes, pero a la postre quien resultó perjudicada fue la clase baja, porque perdió el Monte, cuyo reparto duró casi días e inmediatamente la mayoría de los jornaleros de Baena ya había vendido su parcela, debido a que en aquellos tiempos escasamente tenían para sobrevivir, por tanto les era muy gravoso labrar dos fanegas de tierra a 15 o 20 kilómetros, realizando la venta a un valor muy inferior a su valor real”

El nombre de Nueva Carteya
Manuel Oteros ha manifestado que “el nombre de Nueva Carteya se lo puso Diego Carro, natural de Baena, quien consideró que el nombre puesto inicialmente, “Decisión”, era ridículo. También se pensó que la aldea se llamara “San Juan”, porque en el acta del cabildo, ponía el nombre de Decisión bajo los auspicios de su patrono San Juan. El por qué Diego Carro puso el nombre de Nueva Carteya, no se sabe, pudiera ser que la masonería, algo que en aquel tiempo estaba en el ambiente, tuviera algo que ver”
Oteros ha significado que “la separación de Baena y Nueva Carteya produjo muchas heridas, que yo con este libro pretendo cicatrizar, que ambas localidades se pongan en el espejo de la historia y vean lo que realmente pasó, que todo fue un cúmulo de malos entendidos, un fallo continuado en el tiempo de la oligarquía de Baena, entendiendo por tal a la clase dirigente, porque en aquel tiempo el pueblo contaba poco y al haber tanta diferencia con los roceros, habitantes del Monte, los ignoraban. Al final Nueva Carteya obtuvo el término municipal que obtuvo, que era muchísimo más que lo que le hubiera correspondido, no más de 2.000 fanegas, si las cosas se hubiesen hecho bien por parte de Baena, si hubiese actuado con inteligencia y justicia”
Por último, ha dado o conocer que “hay que tener en cuenta que el Monte Horquera no era de los roceros, sino de Baena, ellos labraban 1.500 fanegas de tierra y el Monte Horquera tenía cerca de 9.000 fanegas, pero como Baena no atendía nada, Carteya iba creciendo en población por una serie de circunstancias y la demanda de exigir el antiguo Monte Horquera cada vez tenia más fundamento, al tener un peso poblacional importante”
El autor termina apuntado que “el libro hay que leerlo para entender por qué fue el conflicto y cómo se pudo haber evitado”.
Manuel Oteros
Manuel Oteros Fernández ha tenido destinos judiciales en toda Andalucía, pasando por Córdoba, Málaga o Almería, en Baleares y en Canarias, el último fue como magistrado de lo social en Jaén.

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