“Pido a las autoridades que nos dejan trabajar, que no nos hagan más zancadillas y que cumplan lo que digan en las ayudas” dice José Luís Rojano, empresario de hostlería

En el espacio Café para Tres, Juan Laguna ha entrevistado a una persona “de relevancia muy incisiva”, según palabras del reverendo: José Luis Rojano, empresario del Mesón Restaurante Casa del Monte, cuya concesión regenta desde hace 11 años, cuando tomó la dirección del establecimiento de Manuel Castilla.
De familia de hortelanos, enamorado de las estrellas, empezó  colocando botellas en el bar de debajo de casa y así empezó su recorrido en la hostelería, en diferentes lugares, no sin antes ser carpintero tras dejar de ser buen estudiante para ayudar a su familia con 9 hermanos.
Y de estos años de pandemia ha dicho que “han sido los más  duros” de su vida “porque el gobierno  impuso el cierre echando la culpa al que menos la tenía”.
Como vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Baena, entiende que las hipotéticas rencillas pasadas se han dejado atrás para luchar por los derechos que les corresponden. Una entidad que funciona “a trancas y barrancas porque la gente no acude a las reuniones”.
Y ahora, con la pandemia baja y menos restricciones, considera Rojano que está siendo buena la temporada de comuniones y la de mayo “con un respiro para recuperarse un poquito”, convencido de que así seguirá en el futuro.
Reconoce que hay ciudadanos que no se han portado ajustadamente a las normas de la pandemia, tanto jóvenes como mayores..
“Pido a las autoridades que nos dejan trabajar, que no nos  hagan más zancadillas y que cumplan lo que digan en las ayudas”, comentó a modo de conclusión.

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