Cuatro voces para un mismo sentimiento

Cuando Antonio Montilla presentó a los 4 pregoneros de la Semana Santa de Baena 2021, habló de 4 voces que no van separadas. Y así fue. Pusieron en común sentimientos en un reloj que coincidió con el tiempo marcado.
Marcaron el pregón múltiple de pandemia, que se elevó al cielo de la tristeza con la esperanza de que vaya quedando atrás la tragedia. 2020 fue un conjunto vacío, miles de corazones resignados a la evidencia desierta.
Dos pregoneras que dejaron su impronta femenina en la historia de las disertaciones. Una pregonera que marcó la transición de los textos resucitando, dicen y dijeron, a Moreno Galvache. Y un pregonero, el más reciente, el último hasta el cuarteto del domingo 20 de marzo de 2021.
Carmeli Piernagorda,  Ángeles Esquinas, Lola Cristina Mata y Juan Carlos Roldán.
El último fue el primero en disertar. Roldán fue claro marcando su camino con un «Algo tiene que ser… «, para desglosar las razones múltiples: devoción, fervor, Costalico, Nazareno, tambores, muerte en los labios, Cruz verdadera, vello a flor de piel…
«Todo eso a la vez», explicó como razones de ser de la grandeza de la Semana Grande que él ha presidido 8 años desde la Agrupación. En una pandemia y dos Semanas Santas con «saetas como pájaros sin alas» en las que «Jesús no nos ha abandonado «.
Ese tono poético, de añoranza, emoción y música de fondo de su pregón lo cerró Juan Carlos Roldán  con un ‘Baena no sufras, volverán los tambores. En la calle nos vemos porque llegar, llegará».
Carmeli Piernagorda dejó diáfanas sus intenciones abriendo con un » Quién lo iba a decir… «, y afirmando que la Semana Grande se debe de «vivir con creencia creencia cristina porque no es una fiesta pagana».
La primera mujer pregonera de Baena contrapuso realidades: «No hay torrentes de cofrades, pero las iglesias están abiertas». Y en su repaso a la Pasión de esta hija de judío y judía ella, miró a la tragedia: «La Verónica fue valiente como lo son las enfermeras en el lecho de los que sufren por la pandemia «. Y se mostró convencida de que se volverá a experimentar y sentir » cómo se vive en Baena la pasión, muerte y resurrección de Cristo «.
Ángeles Esquinas escuchó «el silencio de la Cuaresma en Baena» con los días callados, las mañanas sin sonidos, las tardes recogidas, la muerte y contagio.
Escribió para el cielo desde el atril recordando a su padre como «mi maestro de Fe» y el vínculo inquebrantable del compromiso cristiano familiar y la relación con los albaceas.
Citó Ángeles una frase de su progenitor: «La Semana Santa te marca y te llena. Te da tanto… «, para cerrar su pregón con una suya: » Baena, que no decaiga la ilusión… Y no es otra maravilla que la Virgen del Rosario «.
Con más paradas, tragando saliva, Lola Cristina Mata, cerró el cuarteto de cánticos al Señor y su Madre. Y de sueños, porque hasta repitió un «soñando jamás perdí la esperanza » y «cantando las penas se espantan», sin dejar de redoblar su tambor blanco «»por los que nos faltan «. Y en esa también falta de abrazos además de vida, «pesan las ausencias».
Recitando de memoria en varios pasajes de su poema a los que más quiere dentro de su ser semanasantero, Lola aseguró haber diseñado su pregón con el alma, citando a la cuadrilla de su alma, a Don Virgilio (Olmo), el cura de su casa, o el descanso de su familia el Martes Santo en la plaza del cura obrero (Diamantino García Acosta).
Y  sintiéndose más coliblanca que nunca cuando abraza a los colinegros el Miércoles Santo en la Cruz de Jaspe, dijo adiós anticipando la  ovación de más de un minuto a los 4 pregoneros con las palmas «benditas» a ritmo de  quetamplán: «Lo canto, entre tambores y silencios: Baena seguirá latiendo».
La alcaldesa, Cristina Piernagorda, cerró el acto y les agradeció a los pregoneros «el privilegio de hacer historia «, lanzando a los cofrades un mensaje de esperanza».
Al comienzo del acto se presentó la Revista Cabildo de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Baena.

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